domingo, 1 de noviembre de 2020

Hey baby!

Hay cosas que nunca podrás entender.

Como, por ejemplo, asomarte a un balcón y que, por casualidad, ahí abajo esté una persona que te quiso de verdad fumándose un cigarrillo a la desesperada. 

Y que desde un acto de valentía le digas: No te fumes más de dos cigarrillos al día...

Y que él te conteste: ¿y cuántos te llevas tú?

Y yo le responda: cuatro

¿Sabes por qué nunca podrás entenderlo? Porque nunca has construido ningún edificio desde la verdad, porque nunca has estado en el ojo del huracán; y porque para ti amar es sinónimo de control y posesión. 

Por eso, solo por eso, nunca podrás ahondar en la verdad de las personas desde sus problemas, desde sus movidas y tormentos... 

Hey baby, que no importas tanto, porque tanta perfección camuflada entre ¡bingos y líneas! ha quedado opacada por la supuesta verdad de un ser indiferente a los matices de una vida tan puta como maravillosa. 

viernes, 30 de octubre de 2020

Invierno sin ti

...Y en eso estamos; creando un mundo en el que de momento solo quepo yo. 

Hace un rato, mientras tomaba un baño mirando el monocromático techo y escuchaba los acordes de Winter de Joshua Radin, caí en la idea de que no todo el mundo es capaz de apreciar las tonalidades de la vida, porque para eso se requiere de un mínimo de sensibilidad. 

Sonaba esa canción que tantas veces me ha recordado a un invierno que ahora saluda, a lo lejos, mediante el frío y en el devenir de un octubre atípico. Un invierno al que un día le puse nuestra cara, pero que ahora le pongo solo la mía. 

Qué iluso fui imaginándome caminando contigo por una calle decorada con motivos navideños, chaquetas de borrego, camisas de cuadros, pantalones tejanos, botas de Panamá Jack, la calidez de un tímido invierno y la insinuante voz de Joshua Radin como telón de fondo... 

...Mientras allí, en el exterior, solo se escuchaban los ecos de consumismo, los gritos de los sueños infantiles más inocentes y el aroma de un Mocha Praliné de Starbucks. 

Qué iluso fui imaginándote contigo ahí, cuando podía hacerlo solo conmigo. 

Porque para apreciar la magia de la calidez del frío, también hace falta sensibilidad. 

La escarcha es ahora el marco de un recuerdo personal maravilloso, de fotografías que me retratan solo a mí, caminando por calles desconocidas en un país al otro lado del charco; el frío es ahora mi mejor aliado, mi ropa y el aire que respiro; y el invierno es ahora ese escenario recóndito e íntimo en el que solo quepo yo, con mis memorias a cuestas. 

Pero qué poco pesan y cuánto pesas tú...

Habrá que hacer más ligero el equipaje. 

sábado, 24 de octubre de 2020

La metáfora

Seguimos con el vino blanco y el cigarillo. 

Había llegado a una conclusión y se me ha ido por falta de conexión. Quizás era eso mismo lo que me faltaba y esta es la lección de una maravillosa pero disonante noche en la que me pregunto a mí mismo tantas cosas...

Me pregunto por qué tanta duda y tanto inconformismo. 

Si tengo mil y una historias que contar y un universo que me caracteriza. 

Tengo el cajón de mis recuerdos desordenado, pero quizás lo importante no es el orden, sino los recuerdos. 

Tengo tantos de ellos.

He visto sillas altas que compramos juntos, mesas que me advirtieron, manteles testigos de conversaciones sinceras y copas vacías a les espera de ser rellenadas. 

Tantas historias de mí. 

Las dudas son metafóricas, porque se camuflan en la verdad. y ES ES PUTA METÁFORA LA QUE TE IMPIDE VER LAS COSAS CON CLARIDAD. 

No quiero más mesas envejecidas, ni sillas de Masions du Monde, ni tampoco alargos eléctricos ajustados a la superficie interior de la mesa para no entorpecer la belleza del conjunto, ni sofás con almohadas por doquier, ni separadores de roble pulido, ni estores, ni ambientadores, ni inteligencia robotizada, ni luces de modo estar, ni velas pacientes al unísono de música de piano. 

Bienvenido a mi mundo.

domingo, 20 de septiembre de 2020

Un perro aullaba

Y de pronto, entre dudas, sonó el signo de interrogación. 

Le quise de verdad. 

Cuando colgué el teléfono, un perro, a lo lejos, aullaba desconsolado. 

Ese no era el mensaje. 

El mensaje era el aprendizaje. 

Quiérete a ti mismo; eres la persona más importante de tu vida. Quizás no es el momento de aventurarte. Eso que tanto hiciste desde la ingenuidad, esperando que tu dedicación y gratitud fuesen motivo de complacencia.

Me quiero tatuar un lobo, la silueta de mis perros y la palabra 'winter'. Esas son mis máximas y os aseguro que hay mucho, pero mucho, significado en ellas. 

Mi piel va a ser reflejo, y mi alma, que no puede tatuarse, es testigo. 

El amor tóxico solo puede repararse, si se desea, desde la distancia. No os engañéis. Amar no es sufrir, es entender que la diferencia es parte del juego, y que ese juego, en realidad tiene unas normas inquebrantables: comprensión, empatía y verdad. 

lunes, 14 de septiembre de 2020

Mi promesa

Nadie limpió el polvo de los muebles ni barrió el suelo desde entonces. 

Si hacía un esfuerzo todavía podía escuchar los ecos de los chelos a lo lejos, dándome la bienvenida de nuevo, pero ahora con un nuevo matiz. 

Casi de forma imperceptiblemente se podía palpar la magia de la alegoría y lo desconocido. 

La luz seguía siendo tenue, el olor era todavía el de mi infancia y lo único que se escuchaba allá afuera eran los grillos, a lo lejos, cada uno en una parte diferente de su mundo.

La noche estaba como aletargada y los cables de la luz separaban las estrellas, volviéndolas solitarias y meditabundas, pero con un brillo incandescente y un movimiento palpitante.
 
El vino blanco se mimetizaba con el entorno en su vaso, y mi cigarrillo de liar descansaba sobre la mesa a la espera de ser consumido. 

Algo nuevo había nacido en mí, de nuevo, entre los rincones que me vieron crecer, ahora ya deteriorados por el halo de la vejez.
 
Algo nuevo había en mí, y esta vez prometí no fallarme tal y como lo hice anteriormente

Era mi promesa. Después de esa llamada, tenía más claro que nunca que volver por un tiempo atrás era un paso hacia adelante. 

Es de valientes no enfrentarse a algo contra lo que no puedes luchar porque no tienes todavía las armas. 

Pero tengo el hierro, la fuerza de voluntad, inteligencia emocional y ese cigarrillo y copa de vino que todavía me están esperando. 

Por ahora, no quiero que me espere nadie más. 

Prometí amor eterno, pero las condiciones del amor nunca asumirán la manipulación, la indiferencia fingida, la rabia, la mentira o la falta de complicidad y empatía. 

Sean cuales sean las razones y los motivos, el amor eterno puede ser una promesa efímera si no se le respeta y cuida con lo único que pide: el cariño y la delicadeza. 

martes, 12 de mayo de 2020

Iluminados

Grande Lewin.

Yo no sé dónde estarás.

Pero gracias. 

Fantasmas, sofá y huecos en el colchón... 

Y yo estoy pero no estoy. 

Sí, da un poco de pena, pero al final sonríes. 

'Sonríes'... ¡Suena tan bien! Empieza con una ese, y poco después llegan tres vocales que le dan paso a esa última ese. Yo bailo con las eses. 

(pequeño intervalo)

Siempre habrá cosas que quedaron por decir. Porque las despedidas siempre son, tristes. 
Permíteme esa coma. 

Hay que hacerle frente a los fantasmas. 

Sino corres el riesgo de que tu casa se derrumbe. 

Nadie advierte del peligro. 

Al final acabas siendo nuevamente un extraño, pero es verdad eso del destino... 

Si el pasado fue lo suficientemente fuerte, acabaremos iluminados. 

¿Existirá ese motivo?

Quizás está escrito, quizás no. 

Sino habrá que seguir viviendo con la misma intensidad. Porque ha habido mucha intensidad a lo largo de mis 30 años de vida. Una vida llena de maravillas y descubrimientos. 

Grande Lewin. 

miércoles, 6 de mayo de 2020

No, ya no

El círculo se ha cerrado. 

Volví donde una vez fui feliz para recomponer mis pedazos. 

Dejando a un lado el sinsentido, descubrí que las metas son el camino que ahora recorro, aunque con nuevos miedos e inseguridades a cuestas. 

Al día siguiente siempre toca volver a caminar, siendo consciente del verdadero significado del caos, la manipulación y la indiferencia. 

Pero tampoco ahora es momento de ser débil. 

Nunca quise ganar, solo estar completamente convencido. 

Mi nuevo yo me susurra al oído palabras que suenan a liberación. 

Ya no me culpo, ya no me miento, ya no me fallo.

lunes, 4 de mayo de 2020

Allá afuera

Al principio solo sonaban dos tímidos cellos. Parecían murmurar al eco del vacío de la habitación. Todavía quedaban huecos solitarios, entre esos rincones tan sedientos de vida, tan antiguos y llenos de recuerdos y misterios. 

Y en cuestión de segundos, cada vez más fuertes, cada vez más orgullosos de sí mismos, los violines entonaron con vehemencia cánticos de libertad, con una firme mirada hacia el horizonte, presagiando aventura. 

Y yo estaba ahí, siendo testigo de toda esa orquesta de sentimientos encontrados y enmarcados en los destellos serpenteantes de una cálida vela a punto de dar su último aliento. 

Yo me dejé sucumbir al éxtasis, a lo mucho que sonaba de mí ahí afuera, y del poco tiempo que había necesitado para entender lo importante que es conciliar con mi propia visión de la intimidad. 

sábado, 4 de abril de 2020

Todos esos recuerdos

Me dejo enfadar. 

Entre tú y yo, ahora mismo, solo hay una copa de vino. 

Y ahora mismo mis emociones se entrelazan con mis emociones. Y punto. 

Soy yo el que necesita enfadarse. 

Soy yo el que necesita moverse. 

Soy yo el que necesita, dentro de esta maldita y maravillosa incertidumbre, aceptarlo. 

Etiqueta: no me mereces. 

Acepto mi verdad y la reconozco. 

Y esta copa de vino me lo recuerda. 

Nadie nunca quiso más lo mejor para mí que yo mismo. 

Y esto es lo único que voy a valorar ahora mismo. 

Mira la hoguera. Mírala fijamente, porque ahí, ahora mismo, van a arder todos esos recuerdos. 

Bienvenidas sean las cenizas.

miércoles, 11 de marzo de 2020

Era ahí

No puedes dejar arrastrarte tanto tiempo entre zarzas y yerbas que te impiden ver más allá de tus narices. 

Al final acabas asumiendo la rabia y la frustración como parte de un juego estúpido en el que dos personas se disputan por ganar el trofeo de la verdad absoluta. 

Pero no hay trofeo, ni verdad absoluta, solo ego. 

Al final, si te aprecias lo más mínimo, te darás cuenta de que lo mejor es soltarse de esa mano que te sujeta y asumir las heridas que te ha dejado ese viaje lleno de turbulencias. 

La duda, es la voz de la intuición. 

jueves, 27 de febrero de 2020

Es ahí

Es ahí donde tienes que ir. 

Hay un lugar en tu mundo que reconoces de vez en cuando porque suena con la inconfundible voz de tu pasado. Y de una forma casi inaudible, centellea intentando recordarte que es ahí donde tienes que ir cuando todo se vuelque hasta el punto de llegar a la pendiente perversa. 

Quizás es un mundo gris, pero es tu mundo, hay algo en él que te reconforta: en él no hay guiones, máscaras o inseguridades. Solo aceptación y esa mirada fija a un horizonte que se aventura a ti gloriosamente, recordándote que lo bueno está por venir, que lo bueno también vino, y lo bueno también está ahora en ti.  

Y mi mundo es una calle y un tiempo indefinido, algo de invierno, y el propósito firme de dedicarme ese paseo exclusivamente a mí.

Nunca destruyas la magia indescriptible que te brinda la intimidad, conviértete en esa persona lo suficientemente interesante para si misma, pregúntate qué tal, y respóndete 'bueno, vamos haciendo'. 

viernes, 24 de enero de 2020

Nada más

Creo que te veré cuando acabe el jardín.

Está todo a medias y las flores han perdido la intensidad de su color por el temporal.

miércoles, 22 de enero de 2020

¿Qué?

Hoy me he levantado especialmente radiante, a pesar de que ahí fuera hiciera frío, el cielo estuviera gris y cayera llovizna de manera constante. 

Había algo en mí que hacía que me sintiera cómodo y tranquilo. 

Pronto descubrí que era la regla del 'aquí y ahora'. 

Ese escenario combinaba a la perfección con mi chaqueta verde, mi café para llevar y la canción que sonaba (¿Qué? de La Bien Querida feat. Diego Ibáñez). 

Era feliz. Llevaba mucho tiempo siéndolo. Ese momento tan solo me lo recordó. 

Entonces decidí aprovecharlo al máximo, saborearlo, sonreírle al horizonte y mover una mano como si estuviese tocando una batería. En la otra, llevaba mi café. 

En el fondo, sabía que ese momento no duraría mucho tiempo, quizás el que tardara en acabarme el café, cuando la canción llegase a su último segundo o me quitase la chaqueta.

Los astros se habían alineado, pronto lo volverán a hacer, y yo estaré atento y receptivo cuando eso pase. 

martes, 7 de enero de 2020

Zen

Nunca, absolutamente nunca, serás capaz de amar incondicionalmente a alguien que no se ama a sí mismo. 
Ni tampoco podrás aprender a amar a alguien si ni siquiera te quieres lo suficiente.

Me pregunto cuáles son las cantidades exactas, y dónde se compran esas cucharas medidoras que te sacan de todos los apuros cuando tu vida se acaba convirtiendo en un problema matemático. 

Pósit: A medida que empecé a quererme, dejé de ansiar tener una vida diferente, y pude ver que todo lo que me rodeaba me estaba invitando a crecer. Hoy en día lo llamo "madurez" (Charlie Chaplin)

El amor propio es ese misterio que todos damos por hecho, pero que en realidad está más marchito que todas las cosas porque nunca nos molestamos en echarle agua de vez en cuando para que florezca. 

Todo el mundo buscando el zen, el equilibrio, la estabilidad y las estupideces que nos han metido con calzador las citas célebres de esos libros que dicen que te ayudan a resolver tus problemas matemáticos con una fórmula común y global. 

Como si todos fuéramos iguales, ¿eh Charlie? 

¡Basta de balanzas! Basta también de pensar en todo, y que todo deje de ser todo, y siempre deje de ser siempre.

Casi siempre se me ha dado mejor el silencio y estampar lo que me molesta contra el suelo. 

Ayer fue el móvil, mañana será mi paciencia... Eso es lo único que me alivia cuando me doy cuenta de lo mucho que me he alejado de mí mismo. 

viernes, 3 de enero de 2020

2020

- Calmar a mis pies siempre que decidan de forma arbitraria salir corriendo.

- Hay algunos libros que quiero leer y otros que no. 

- Soplarme el flequillo cada vez que lea algo relacionado con el horóscopo como muestra de indiferencia. 

- Fortalecer algunas relaciones, debilitar otras. 

- Me niego a que sean las cebollas las únicas que me hagan llorar. 

- Me falta mejorar la técnica del Snatch en el Crossfit.

- Ah, y el Hanstand Walk. 

- 365 nuevos 'te quiero'. 

- Y robarte la vida en tus labios. 

- Para este año, no quiero frenos. 

- Tampoco quiero coliflores, ni remolacha, ni maíz en lata. 

- Mirar con mucho asco a quien escupa por la calle.

- Levantarme de buen humor si encaja. 

- Los objetivos nunca se cumplen. Se cumplen los sueños. No quiero objetivos. 

- Quiero sueños. 

- Y que le den por culo a los frenos. 

Suena: Luna Nueva, La Bien Querida.