martes, 30 de enero de 2018

e10 - Sagalés

26 de enero del 2017,

Libro en mano, era 'Mi familia y otros animales' de Gerald Durrell. 

Suena Dancing On My Own, de Calum Scott

El día estaba nublado, salía de trabajar, y ahí, con la cabeza apoyada en la ventana del autobús de las 14:25 que me llevaba a mi pueblo, me propuse dejar de leer un rato para escuchar una conversación ajena, deporte por el que siento, lo reconozco, cierta querencia. 

El hombre debía rondar los 40, la mujer, era mucho más joven, y se mostraba muy receptiva a un coloquio en el que ella tan solo era capaz de asentir, o de responder dándole la más absoluta razón a aquel hombre que no sentía ningún tipo de pudor en ser escuchado por la mayoría de los ahí presentes. Su voz era vehemente. 

Yo era uno de sus oyentes. 

Recuerdo que hablaba sobre la vida, sobre su asombrosa familia, sus hijos, y sobre lo muy orgulloso que estaba de ellos. 

También recuerdo que hubo un momento en el que saqué la libreta, afilé el bolígrafo, y escribí algo que el hombre dijo mirando fijamente al asiento de enfrente, sin apenas gesticular: 

'La pena que tengo yo es que me hago mayor y cada vez entiendo menos la vida, pero quizás la culpa es mía y la vida no hay que entenderla, solo vivirla' 

Había mucha razón en eso.

Ella asintió, y yo también.