lunes, 16 de marzo de 2015

BREAKING BAD

AÑO: 2008

PAÍS: EEUU

DIRECTOR: Vince Gilligan (Creador), Michelle MacLaren, Adam Bernstein, Vince Gilligan, Colin Bucksey, Terry McDonough, Johan Renck, Bryan Cranston, Michael Slovis, Rian Johnson, Scott Winant.

REPARTO: Bryan Cranston, Aaron Paul, Anna Gunn, Dean Norris, Betsy Brandt, RJ Mitte, Bob Odenkirk, Jonathan Banks, Giancarlo Esposito, Steven Michael Quezada, Jesse Plemons, Christopher Cousins, Laura Fraser,etc. 

GÉNERO: Serie de TV. Drama. Thriller.

La psicopatía huele más que un chorizo frito. Se respira constantemente en la calle, en el metro, en el trabajo o en la discoteca. Un estudio reciente de la Universidad de Ohio demuestra que gran parte de las personas que publican constantemente selfies en las redes sociales tienen cierto grado de desorden sociológico. Esto convierte Instagram en una especie de Salvation Run virtual. 

La psicopatía parece estar por todas partes, excepto en Walter White



Al gran protagonista de la serie dramática estadounidense de Vince Gilligan, Breaking Bad, podría tildársele de cualquier cosa excepto de psicópata. Un estudio antropológico demuestra también que un elevado número de delincuentes no son conscientes de que están actuando sobre el mal mientras lo hacen. Lo que impulsa al personaje de White a hacer el mal es el propio bien, y por mucho que odiásemos la existencia de un ser como él en la vida real, creo que gran parte de la mayoría de fans de la serie podríamos reconocer que mientras seguíamos sus pasos, atrapados y extasiados por la nitroglicerina narrativa, lo apoyábamos en todas y cada una de sus surrealistas y exacerbadas decisiones. 

Walter White, un padre de familia con cáncer, profesor frustrado de química en un instituto, con un hijo con parálisis cerebral y una mujer embarazada de una niña no planeada, podría llegar a tener derecho a cualquier cosa, incluso a fabricar la metanfetamina más pura de todas, negocio que aunque desconozca, lidera por ser el gran genio del producto azul. ¿Podríamos vivir en un mundo sin Coca-Cola? ¿Qué tiene de malo darle a la gente lo que pide? Si la gente pide, aunque sea droga, habrá que darle lo mejor. Esta es la filosofía empresarial de Heisenberg, convertida un Imperio construido sobre montones de dólares, pollo rebozado y pesticidas por doquier. 



Tengo que reconocer que este personaje me ha gustado incluso más que Rust Cohle de True Detective, y aunque tenga cierta debilidad por el género policíaco y detectivesco lo cierto es que Walt me ha confundido tanto que merece toda mi admiración. A pesar de parecer un monstruo, de haber asesinado, alimentado a base de bien a toda la mole yonqui (desde Alburquerque hasta la República Checa) y manipulado la mente de sus cercanos, acentuó desde el principio tan bien su desgracia que durante las seis hijoputescas temporadas no dejamos nunca de acordarnos de ella: lo hace por su familia, se está muriendo de cáncer, lo tienen amargado, su vida es aburrida... pobre... Cuántas veces lo habré pensado, cuántas veces habré caído en la trampa de la compasión y habré aplaudido sus aplastantes decisiones y/o mentiras, cuántas veces, por ende, habré delinquido con él. 

¿Merezco el traje naranja?

Sea como sea el personaje me puede. Me absorbe con él. Me malinfluencia. Me break bad. 

No hay nada más admirable en este mundo que tomar una decisión importante... y Walt la toma, por todo lo alto. Sólo pero eso, por encontrar una vía de escape cuando todo está perdido, se convierte en mi personaje favorito de toda una serie llena de individuos con personalidades tan complejas como (in)creíbles: Skyler, Saul, Mike, Gus, Pinkman, Mary, Hank... 

... Perfectas víctimas del desastre de un Heisenberg que desde su trono los domina como un dios que se sirve del poder y el control casi absoluto de la ciencia, su mejor aliada y conocida... Y es que al fin y al cabo todos ellos no son más que actores secundarios, no son más moscas que se escapan de sus manos en un laboratorio en el que, sólo él, puede encontrar la paz que anhela. 

Ahora toca ver el spin-off de Better Call Saul, protagonizado por El más "Goodman" de todos y uno de los abogados más corruptos que hayamos podido ver en la pantalla: Saul. Y aunque parece ser que no vaya a aparecer nuestro querido Bryan Cranston como actor secundario, está confirmado  que podremos ver otras caras conocidas... como Mike o Pinkman, que son más que bienvenidos en este mundo de la ficción que también es mi casa. 



¿Habrá esta vez metilamina de sobras?