domingo, 20 de septiembre de 2020

Un perro aullaba

Y de pronto, entre dudas, sonó el signo de interrogación. 

Le quise de verdad. 

Cuando colgué el teléfono, un perro, a lo lejos, aullaba desconsolado. 

Ese no era el mensaje. 

El mensaje era el aprendizaje. 

Quiérete a ti mismo; eres la persona más importante de tu vida. Quizás no es el momento de aventurarte. Eso que tanto hiciste desde la ingenuidad, esperando que tu dedicación y gratitud fuesen motivo de complacencia.

Me quiero tatuar un lobo, la silueta de mis perros y la palabra 'winter'. Esas son mis máximas y os aseguro que hay mucho, pero mucho, significado en ellas. 

Mi piel va a ser reflejo, y mi alma, que no puede tatuarse, es testigo. 

El amor tóxico solo puede repararse, si se desea, desde la distancia. No os engañéis. Amar no es sufrir, es entender que la diferencia es parte del juego, y que ese juego, en realidad tiene unas normas inquebrantables: comprensión, empatía y verdad. 

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