miércoles, 20 de noviembre de 2013

Las más grandes bufonadas

La semana pasada tuve la oportunidad de participar en una de las actividades escolares que más me gustan de toda la programación de la Filmoteca per a les escoles: "combinat de clàssics". Una sesión muy  especial y completa que tiene como objetivo transmitir conocimientos sobre las principales etapas de la evolución del cine a través de tres grandes cortometrajes como son "Escuela de Carteros" (1946) de Jacques Tati, "Charlot en el Balneario" (1917) de Charles Chaplin y "El Herrero" (1922) de Buster Keaton. Si bien, todos ellos ofrecen un sinfín de posibilidades al tratarse del cine cómico más clásico de todos, no obstante, la entidad colaboradora de la Filmoteca encargada de dinamizarla: MODIband supo muy bien cómo sintetizar los contenidos para que a los niños no les resultaran complejos en absoluto todos aquellos temas relacionados con el slapstick, la caracterización de personajes y la creación de guiones cinematográficos cómicos, el paso del blanco y negro al color, así como también el paso del cine mudo al cine sonoro. 

Un sinfín de preguntas nacieron de la más pura e inocente imaginación de los niños de 3º y 4º de Primaria después de ver todos los cortos, casi todas ellas relacionadas con la verosimilitud y la inverosimilitud de las acciones, los golpes y caídas de los personajes, así como también de lo extraño de sus excéntricos comportamientos. Sin duda, esta particularidad de pretender exceder los límites del sentido común es una de las características fundamentales de este tipo de gags donde a menudo se utiliza la comicidad para criticar o ridiculizar aspectos determinados de la sociedad contemporánea de los directores (en estos tres casos también actores), y para llevarlos a cabo usan a menudo la figura de un antihéroe que no sabe reconocer los nuevos valores y mecanismos del mundo moderno. 

La complejidad y a la vez sencillez de los discursos, tanto artísticos como técnicos, la excelencia de los directores y actores y la perfección de un argumento y un mensaje sucinto e irónico a la vez, son los aspectos que más tengo en cuenta a la hora de valorar películas como éstas... películas que se considerarán clásicos indiscutibles a través de los siglos y los siglos, y digo indiscutibles porque dudo que alguien esté en grado de desprestigiar o infravalorar trabajos como cualquiera de los de Keaton, Tati o Chaplin. 

Para que todos estos elogios no pasen desapercibidos muestro los tres cortometrajes proyectados durante la actividad: 

1- L'école des facteurs, Jacques Tati: 

                             Parte 1:

                             Parte 2:


2- The Water Cure, Charles Chaplin: 



3- The Blacksmith, Buster Keaton: 




"Un clásico es aquel que no puede serte indiferente y que te sirve para definirte a ti mismo en relación y quizás en contraste con él", asimismo, "Un clásico es una obra que suscita un incesante polvillo de discursos críticos, pero que la obra se sacude continuamente de encima"

Ítalo Calvino, "Por qué leer los clásicos" (1922) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario