jueves, 13 de marzo de 2014

Stella, una nueva estrella en el infinito.

Sabéis aquellos días en los que te levantas pensando que será un día normal, y miras tu agenda y la ves repleta de citas, trabajo y demás compromisos académicos? Lo vas cumpliendo todo progresivamente, según las horas y lugares estipulados, meticulosamente, hasta que sin darte cuenta, zasca! Descubres algo nuevo! Como si un ángel bajara a la tierra y te despertase de ese stand by prolongado...

Hoy me pasó exactamente eso... Me levanté como de costumbre a las 7:30, fui a trabajar a la Filmoteca escuchando The Daily Flash, bebiendo mi habitual zumo de manzana y comiendo mi trozo de bizcocho de vainilla y chocolate, más chulo que un ocho con mi nueva americana casual. 

Después del tarjeteo, llegar a la oficina, poner en marcha el ordenador, actualizar el mail y preparar las carpetas para docentes llegó la hora de dar la bienvenida a las escuelas para que realizaran la sesión: "El cinema i la cultura com a font de coneixement: Stella", dinamizada en este caso por mis compañeros de Drac Màgic

Stella en clase
Con todos los alumnos ya sentaditos y organizados en la Sala Chomón se proyectó Stella, una película francesa de Sylvie Verheyde del 2008 que sin apenas darme cuenta había captado el cien por cien de mi atención y la de todos aquellos jóvenes adolescentes con smartphones, fundas llamativas y whatsapps solicitados que estaban en la sala!

Stella es una niña dulce de 11 años, criada en una familia de suburbio parisino, entre ruido, humo, alcohol, apuestas de fútbol y miradas desarraigadas. Su relación con el colegio y las responsabilidades no es buena, crece al compás de la música rock y pop del bar, del desenfreno del bar que regenta su familia...

Por otro lado, los profesores de la escuela, rectos y disciplinados, son la antístesis perfecta de ese mundo, y sus compañeros de clase, altavoces de sus temores, fracasos y éxitos. 

Stella en el bar familiar
El punto de inflexión de la película es cuando Stella conoce a la pequeña Gladys, hija de argentinos exiliados, con la que empezará a descubrir otras perspectivas y visiones sobre el mundo... Stella, en efecto, leerá su primer libro de Honoré Balzac, se aplicará más en clase y se enamorará por primera vez mientras suena el famoso Ti Amo di Umberto Tozzi, un clásico que yo también escucho inconscientemente cuando se me enamora el alma, se me enamora. La vita è così per tutti! Y también para Stella, tan enamoradiza como olvidadiza, perfecta como imperfecta, pícara como inocente, buena como rebelde, adulta como infantil, y aplicada como dejada. 

Gladys y Stella
Si algo tiene este peliculón, ganador de tantísimos premios, es que está lleno de blancos y negros, de matices que te hacen pensar que no todo es tan bueno ni tan malo como parece, que los seres humanos no son como Dios o el Diablo, que no están estereotipados y encasillados en su propio rol! 

Porque el mundo y sus personajes son tan complejos que cuesta determinar cuáles son las causas y las consecuencias de una decisión que aunque parezca muy simple es la consecuencia de millones de causas. 

Stella es el perfecto documental para todos aquellos que hayan tenido que adaptarse a más de un mundo para sobrevivir! Vivo reflejo de su autora! Un material didáctico estupendo para que los jóvenes trabajen el concepto de personaje y de narrador y descubran el sinfín de posibilidades que pueden tratarse conceptualmente a través del lenguaje cinematográfico.

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